Opinión del Periodista Andrés Castillo Respeto a la Prensa: Una Exigencia, No una Petición
Noticias
www.sinnadaqueocultarrd
Noticias
www.sinnadaqueocultarrd
Santo Domingo--En un Estado democrático, los medios de comunicación no solo cumplen una función informativa, sino que constituyen una herramienta vital para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el equilibrio de poderes. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos sido testigos de un preocupante deterioro en la relación entre el Gobierno y la prensa, especialmente desde la casa de gobierno, el Palacio Nacional.
Es fundamental recordar que los medios merecen respeto. No estamos aquí por privilegio ni por cortesía institucional, sino por derecho y por deber. Asistimos a coberturas oficiales para informar con responsabilidad y compromiso, no para ser maltratados, ignorados o vilipendiados.
Si en Palacio no hay interés en responder cuestionamientos o en aceptar la presencia crítica de la prensa, entonces que se encarguen ellos mismos de redactar sus notas, grabar sus propios reportajes y distribuir su propaganda. Pero no pretendan, al mismo tiempo, usar a los medios como canal de difusión mientras nos niegan dignidad y espacio.
La actitud de desprecio, evasión y agresión hacia la prensa revela una profunda incapacidad para liderar. Un funcionario que no es capaz de enfrentar preguntas, que reacciona con autoritarismo ante la crítica, no está preparado para ocupar cargos de poder. Gobernar implica, entre muchas cosas, escuchar y responder, incluso y sobre todo cuando las preguntas son incómodas.
Ante esta realidad, propongo que como medios nos replanteemos nuestra relación con el poder ejecutivo. ¿Tiene sentido seguir cubriendo actividades en donde solo se busca el control del discurso y la invisibilización de la crítica? ¿Vale la pena asistir a conferencias donde no se permiten preguntas o donde se responde con represalias y censura? Tal vez ha llegado el momento de retirar la cobertura al Palacio Nacional y buscar otras formas de ejercer nuestro rol con libertad, sin someternos al menosprecio y la intimidación.
El periodismo no es enemigo de nadie, pero tampoco es sirviente de ningún poder. Nuestra lealtad es con la verdad, con la ciudadanía, y con la democracia. Si el gobierno no está dispuesto a respetarnos como actores legítimos del sistema democrático, entonces no hay alianza posible. La prensa no puede ser cómplice de quienes intentan silenciarla.
Como periodistas, no exigimos privilegios: exigimos respeto. Porque sin libertad de prensa, no hay democracia posible.
Noticias
www.sinnadaqueocultarrd
Publicar un comentario